Xavier Vargas Beal ,23 Mayo 2005
“…que sea poco o muy significativo un aprendizaje no depende del maestro, ni de las estrategias educativas, ni del programa, ni de la institución, sino del propio interés del estudiante que por lo demás no puede ser “sembrado” como tal por el maestro; y 2) que el desarrollo de las competencias formales no esteriliza el espacio educativo ni separa el proceso de enseñanza-aprendizaje universitario del resto de la dinámica personal del maestro y del estudiante. Estos actores educativos más bien añaden las necesidades generadas por la realidad educativa universitaria a las que ya de por sí traen encima”. (Vargas, 2005).
Inicio mi comentario con esta cita de Xavier Vargas Beal de su texto Aprendizaje y Desarrollo por competencias, porque considero que esta reflexión engloba cada uno de los elementos que describe para desarrollar las competencias durante el proceso enseñanza-aprendizaje. Vargas problematiza el tema de éstos dos tópicos a partir de las nuevas exigencias de la sociedad, los requerimientos de los jóvenes actuales son diferentes, durante estos últimos años la ideología e intereses de los estudiantes son diferentes. Hoy se requiere de personas cualificadas como seres competentes para las nuevas exigencias del mundo laboral y de la sociedad en desarrollo continua y dinámica transformadora constante. El punto principal de Vargas es el tratamiento que se le ha dado a la educación basada en competencias, cada autor menciona ideas diferentes y los que construyen los programas lo interpretan según la ideología en que se desenvuelven, Vargas hace uso de diferentes puntos de vista para reflexionar sobre ésta nueva tendencias mundiales.
Vargas hace un interesante énfasis sobre las diferentes concepciones de término competencia, Planear por Competencias requiere considerar principalmente el factor humano y el factor social dentro de la concepción de Aprendizaja Significativo y Aprendizaje Situado. Esta tendencia bajo los cambios del siglo XXI, los intereses de los estudiantes y sobre todo el contexto donde cada uno se desarrolla.
Dentro del texto de Vargas se explican elementos que se deben de tener en cuenta para la Planeación por Competencias:
I- FACTOR HUMANO
II- FACTOR SOCIAL
III- APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO (apropiarse de la realidad)
IV- APRENDIZAJE SITUADO: (es el que mejor desarrolla las competencias: acción)
V- INTERÉS DEL ESTUDIANTE
VI- ARTICULACIÓN ADECUADA DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y SITUADO
VII- COMPETENCIAS: Acción y comprensión del pensamiento (conocimientos, valores y habilidades: desempeño de situaciones específicas). Movilizan conocimientos y saberes en un contexto determinado
VIII- PAPEL DEL DOCENTE: Sugiere y hace trabajar los vínculos entre los saberes y las situaciones concretas. Facilita que el alumno se vuelva capaz. Responde a las necesidades cognoscitivas del estudiante
IX- RELACIÓN ENTRE SABERES Y COMPETENCIAS
X- APRENDER: Apropiación del conocimiento, acción-selección, construcción del conocimiento, es el SUJETO el que construye el conocimiento a su propia manera
XI- APREHENDIZAJE: Proceso adaptativo, apropiación de la realidad.
XII- NECESIDADES DEL ESTUDIANTE: Posibilidades reales, tareas reales, interés del estudiante para construir determinado conocimiento.
XIII- SEMBRAR EL INTERÉS DEL ESTUDINTE en: una Dimensión ética y una Dimensión Social.
XIV- SITUAR EL APRENDIZAJE EN LA ZONA DE DESARROLLO PRÓXIMO. Favorece que el descubrimiento por parte del estudiante
XV- ZONA DE DESARROLLO PRÓXIMO: Construir conocimientos con sentido
Como lo señala la cita que elegí la Planeación debe estar basado en las necesidades e intereses del factor humano del salón de clases: nuestros alumnos, cada una de las tareas deben de tener sentido para ellos, desarrollarlas de acuerdo a su contexto y realidad, no a la del docente. Son sumamente interesantes los planteamientos que hace Vargas, las competencias se desarrollan mejor en el aprendizaje situado en la realidad del joven. He observado en diferentes planeaciones que el desarrollo del escenario didáctico no concuerda con los saberes y por consecuencia los saberes quedan en una simple repetición, es importante hacer una verdadera valoración de lo que hoy les es interesante y necesario a nuestros alumnos.
domingo, 22 de noviembre de 2009
EL APRENDIZAJE Y EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS
CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE
Pere Marqués (UAB, 1999)
APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS
APRENDIZAJE POR COMPETENCIAS
Los cambios continuos sucesivos en los sistemas productivos, financieros, en la tecnología y la ciencia, propician nuevas formas de vida, de producción y de trabajo; lo cual demanda que las Instituciones de Educación Media Superior orienten sus propósitos educativos a la formación de sujetos integralmente desarrollados. Individuos creativos generativos, reflexivos y críticos, que durante el proceso de aprendizaje desarrolle la Metacognición, la autorregulación y la apropiación de conocimientos, con habilidades para enfrentar los desafíos emergentes de la globalización y para participar de forma creativa e innovadora en la solución de los problemas sociales y productivos. Desde esta perspectiva, es importante que los planes y programas de estudio de este nivel educativo, se actualicen en congruencia con las demandas de la sociedad actual y futura; lo cual implica rediseñarlos bajo el enfoque de un modelo educativo por competencias centrado en el aprendizaje, que promueva la formación integral del estudiante, pertinente a los cambios acelerados del contexto global. Analizando los el cuadro sinóptico de Pere Marqués (1999) se hacen diferentes propuestas teóricas, unas encaminadas a preservar la escuela tradicional y memorizar los conocimientos.
La construcción del conocimiento en la escuela del siglo XXI es de suma importancia, para ello se debe de tomar en cuenta un proceso que englobe el desarrollo integral de estudiante basado en competencias. El papel del estudiante y del docente cobra un nuevo sentido. El estudiante construye el aprendizaje a través de la interacción con la información; asumiendo una actitud crítica, creativa y reflexiva que le permite ir aplicando lo que aprende en los problemas cotidianos; por lo que se le considera autogestor de su propio aprendizaje. El docente por su parte es el responsable de propiciar los ambientes de aprendizaje que promueven actitudes abiertas, de disposición que los lleva al desarrollo de habilidades para que los estudiantes: Aprendan aprender.- es decir a regular sus procesos de aprendizaje, a darse cuenta de lo que aprenden y cómo lo hacen, a contar con elementos y criterios para seleccionar la información pertinente y congruente con los problemas de la sociedad que pretenden solucionar. Aprendan a hacer.- desarrollen habilidades en una integración con el todo, que les permita aplicar lo que saben en beneficio de su entorno social; atendiendo las contingencias y los cambios continuos del contexto global. Aprenda a convivir.- es decir, trabajar en equipo respetando al otro, convivir en el pluralismo, incorporar en su formación y desempeño profesional a lo interdisciplinario y a prepararse dentro de una cultura de la legalidad. Aprenda a ser.- se visualice como un ser particular orientado a lo universal; una persona que es él por sí mismo, autónomo, responsable y comprometido con su formación profesional y con el desarrollo de la sociedad. Desde mi punto de vista las concepciones de aprendizaje que me parecen congruentes para el enfoque en competencias es el APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO en donde los nuevos saberes se relacionan con los previos, el profesor estructura los conocimientos de tal forma que sean significativos para el estudiante y sobre todo que le sean interesantes. El APRENDIZAJE POR DESCUBRIMIENTO en donde el alumno experimenta, descubre, entiende y amplia contantemente los conocimientos y el SOCIO CONSTRUCTIVISMO donde el aprendizaje se sitúa en la construcción del propio conocimiento de acuerdo al contexto, necesidades e interés del estudiante, en donde también intervienen el aprendizaje colaborativo y el aprendizaje situado en la zona de desarrollo próximo pero sobre todo la reconstrucción del conocimiento bajo los propios esquemas del estudiante.
Cada Concepción de aprendizaje que Marqués señala tiene un punto de integración en la educación por competencias, esta tendencia requiere de lo positivo de cada uno de ellos, lo que es interesante es como se suma de manera determinante en el desarrollo de competencias es el ámbito social de cada uno de los estudiantes, se aprende mejor en una situación real, con tareas reales. El desarrollo de las competencias requiere ser comprobado en la práctica mediante el cumplimiento de criterios de desempeño claramente establecidos. Los criterios de desempeño, entendidos como los resultados esperados en términos de productos de aprendizaje (evidencias), establecen las condiciones para inferir el desempeño; ambos elementos (criterios y evidencias) son la base para evaluar y determinar si se alcanzó la competencia. Por lo mismo, los criterios de evaluación están estrechamente relacionados con las características de las competencias establecidas.
domingo, 11 de octubre de 2009
MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
La docencia es un pensamiento sublime del alma, donde se sueña y surge en un instante del sueño. ¿Somos Quijotes lidiando contra molinos de viento? ¿Somos generales que enarbolan la bandera blanca rindiéndose ante la superioridad del enemigo?, Me parece que ni una cosa, ni la otra. Entonces ¿qué somos? Somos brasa encendida que emerge para cobijar con el conocimiento cada una de las mentes de estudiante, nexo del presente con un futuro esperanzador y con las raíces del pasado; somos la fuerza que mueve y provoca una opinión o una sonrisa, un sueño o una historia, el cariño que motiva y la palabra que descubre cultura con un juego o un relato de ensueño. Ser Docente, es ser un estilista de almas, un embellecedor de vidas; tiene una irrenunciable misión de partero del espíritu y de la personalidad. Es alguien que entiende y asume trascendencia de su misión, consciente de que no se agota de impartir conocimientos o propiciar el desarrollo de habilidades y destrezas, sino que se dirige a formar personas, a enseñar a vivir con autenticidad, sentido y proyectos, con valores definidos, con realidades, incógnitas y esperanzas.
Desde mi niñez estuve rodeada del impulso de rodearme de juegos y aventuras de contar a mis hermanos bellas historias y cautivar su atención. Los impulsos y los sueños siempre me llevaron a jugar con los gises y a diseñar mis clases entre risas y suspiros por algún día entrar a la realidad de un salón de clases, ver sonrisas que no fueran de mis primos o de mi hermana la menor. Cuando salí de la escuela secundaria mi anhelo fue entrar a la Normal de Educadoras mi pasión era suficiente para aspirar a ello, ese era mi sueño, mi batalla de molinos. Las condiciones económicas de la casa no alcanzaban para ello, y confieso que el único camino para seguir estudiando fue la Preparatoria, al concluirla opte por estudiar Letras Latinoamericanas, pero en mi corazón latía inquietante el sueño por realizar. En la familia somos diez integrantes, ocho hermanos, cuatro mujeres y cuatro hombres, papá Amador y Mamá Lupita. Mi padre es el único que trabajaba, para mí un gran y honesto obrero que con entusiasmo dio una carrera a cada uno de nosotros, mi madre amorosa ama de casa de quien tengo la herencia del amor por la lectura. Cuando estudiaba el séptimo semestre se dio la oportunidad de dar clases en dos escuelas particulares, la idea me encanto y de inmediato corregí mi horario de clase para asistir por la mañana a dar clases de Lectura y Redacción y Literatura, por las tardes cubrir mis materias, aunque salía tarde fue un gran honor porque al fin mi sueño se cumplía.
Llegue a la escuela preparatoria para pedir el programa de cada materia y de inmediato diseñe cada una de las clases, busque técnicas grupales de acuerdo a cada uno de los temas. Al llegar el primer día a mí, porque en esa hora sólo iba a ser mío, salón de clases y tuve un extraño miedo de ver a adolescentes inquietos, con la mirada de extrañeza y a la vez de interrogantes académicas. Por primera ocasión sentí miedo, no era lo mismo estar frente a mis primos que a un mundo de intereses e ideologías. Tome un respiro de aire llamado, en ese momento, de ánimo, de deseo de hacerlo bien porque ahora ya no era la imaginación infantil. Me presente ante el grupo y por un instante creí perder el control con el bombardeo de preguntas y el baño de miradas, pero inicie contando una historia y el silencio emergió de repente para escucharme, esa primera clase nunca pronuncie ni el programa, ni la evaluación el impacto fue demasiado. Salí de la escuela con los pies de trapito, como mi abuela diría cuando literalmente nos morimos de miedo. Por fin mi sueño de niña se había concretado, no con niños de preescolar sino con jovencitos preparatorianos. Sé que cometí errores, sé que no tenía las herramientas didácticas y pedagógicas para estar frente a un grupo, pero me sentía realizada con el sólo hecho de ser YA MAESTRA.
Al salir de la licenciatura ya tenía trabajo como docente en un CBT, al obtener mi nombramiento como docente en escuela pública deje las clases de la particular e inicie de inmediato a dar clases de Métodos de Investigación a dos grupos de alumnos de la carrera en Técnico en Máquinas de Combustión Interna, estudie los temas y le pregunte a la persona más importante de la familia mi hermana Mercedes, la mayor, que logro ser maestra y estudió la Normal a nivel primaria, de ella integraría muchas páginas por su gran impulso y la infinita admiración que le tenía desde niña, a sus 16 años egresó para integrarse como profesora de primaria. Veía como elaboraba su material, le ayudaba a realizar sus rotafolios, los letreros con las oraciones, las imágenes para cada época y sobre todo la veía como daba clases y lo mucho que la querían sus alumnos. Eso es el mejor aporte. Ella me apoyo en diseñar cada una de mis clases. A realizar el material didáctico y a soñar con la inquietud de siempre llegar al salón de clases con un sonrisa.
Entre la docencia y mi profesión existe una gran relación, posteriormente logre estudiar una maestría en Ciencias de la Educación, ahí es donde me percate de todos los elementos y herramientas de las que carecía para desarrollar una clase, los errores que cometemos con los alumnos y cambie muchas posturas, como la de dejar de ser una maestra tradicional y hacer atractiva mi clase. La literatura nunca la deje porque es el apoyo y arma base para cada clase, es mi pasión iniciar o terminar la sesión con una breve historia, que como en Las mil y una noches la dejo en continuación para que al día siguiente el interés siga. Soy una maestra orgullosa de ser universitaria porque me dio inmejorables experiencias pero también estoy feliz de tener, hoy, las bases pedagógicas y didácticas para ser toda una docente. Y pedir más tiempo a la vida para seguir estudiando e innovando mi quehacer docente. Soy una maestra que confronto cada día la docencia con la esperanza y el compromiso de ser mejor. Ser docente es dotarse de una varita de realidades y convertirlas en historias, en aprendizajes significativos. Hacer que los alumnos recorran caminos de imaginación, visitar estrellas de fantasía, hablar con personajes literarios y depositar en el pecho de la luna la expectación de un cordial “hasta mañana alumnos”. Ser Docente, es más que inculcar respuestas e imponer repeticiones, conceptos, formulas y datos, es orientar a los alumnos a la creación y el descubrimiento, que surgen de interrogar la realidad de cada día y de interrogarse permanentemente. Es formar individuos críticos, libres, democráticos, innovadores, trabajadores, analíticos y con sentimientos nobles y justos por los demás. Por ello la docencia es lo mejor que elegí desde la niñez y si mi sueño hoy es realidad debo procurar por ser la mejor.
LA AVENTURA DE SER DOCENTE
“La aventura de ser maestro” (Esteve, 2003) titulo suficiente y complejo para reflexionar sobre el ser y hacer en el infinito universo de un salón de clases, junto con la dinámica diaria del grupo. Es verdadera la afirmación de que la enseñanza, como profesión, es una cuestión ambivalente, o estás en ella completamente en acción diaria o tu clase pasa desapercibida para los alumnos. El ser docente implica no solo transmitir los conocimientos sino hacerlos atractivos al oído y a la vista. Creo que en cierta parte tiene razón el autor de la ponencia, los universitarios si carecemos de las herramientas necesarias para organizar una clase pero también tenemos un amplio conocimiento para impartirlo. Sé que varios universitarios nos apoyamos en la experiencia, de cómo lo aprendimos, para enseñarlo de la misma manera, pero implementamos apoyos extras. Cuando inicie a dar clase, quizás por necesidad económica, como lo manifesté en el segundo escrito, tenía miedo de enfrentarme a un grupo de jóvenes con inquietudes y con los mismos intereses que tenía yo como estudiante de la licenciatura. El temor me hizo ceder ante ciertas exigencias de estudiantes de escuela particular y es ahí cuando aprendí que la docencia es muy difícil una profesión en donde interactúan distintos factores: familia, alumnos, sociedad, medios de comunicación, hábitos de estudio, directivos, programas y el gran reto de estar frente a un mundo de ideologías: los estudiantes.
El salón de clases es un espacio donde la cohesión es agresiva, donde se implementa la ley del que no hace tareas pero también de los contados que saben cuál es su responsabilidad dentro del salón de clases y frente a los maestros. El quehacer docente amerita una libertad de actuar y de expresarse, como lo dice la ponencia, pero es una libertad limitada en cuanto a obedecer ciegamente, como lo llaman los compañeros, a las rutas o portafolios didácticos, sin ni siquiera dejar que aportemos un toque personal o modifiquemos tiempos y actividades. Esta es la primera traba que le colocan a los docentes para recuperar aquella curiosidad innata en los alumnos; hoy las tecnologías de la comunicación, aunque son unas herramientas poderosas en la enseñanza y en el aprendizaje, también lo han hecho fácil, los alumnos pulsan un botón y la información surge, la curiosidad de abrir un libro con asombro y leerlo ha desaparecido.
La docencia es una vivencia que a través de la experiencia se va degustando y perfeccionando, poniéndole tintes variados a cada sesión. Cuando inicie a trabajar en el CBT experimenté la libertad de actuar con técnicas, expresar con imágenes un conocimiento y sobre todo aprender de la individualidad de cada estudiante.
En la lectura de esta ponencia percibí como paso a paso un docente se va desarrollando desde ser un novato hasta que los años y la experiencia nos hacen profesionistas; pero esto no es todo, también está la parte de la preparación continua y es cuando estudie la Maestría en Ciencias de la Educación que me di cuenta de todas las carencias didácticas y de actuar que tenía como docente.
La comunicación, otro punto importante que aborda la ponencia, elemento indispensable para cautivar a los alumnos ya sea con la comunicación visual cuando ellos nos ven entrar a su espacio con una actitud segura y firme de que llevamos un cúmulo de actividades para portarles el conocimiento es entonces cuando su actitud cambia en la incertidumbre de saber qué es lo que hoy van a aprender, o la comunicación verbal, en nuestra boca, en nuestra mente, porque sabemos que los alumnos del nivel Medio Superior son receptores e imitadores del lenguaje debemos articular el conocimiento con conceptos que ellos entiendan y los introduzcan en su lenguaje cotidiano y nosotros como docentes no adoptar sus modismos para serles agradables.
El valor de ser docente, radica en crearnos e inventarnos a nosotros mismos cada día, no repetir de grupo en grupo el mismo discurso, sino entrar innovando las actividades según las características que se nos presentan. La aventura de ser maestro es la esencia de traerlo en el corazón y en la acción y tener la aventura junto con los alumnos y al otro día escribir una nueva historia.
El salón de clases es un espacio donde la cohesión es agresiva, donde se implementa la ley del que no hace tareas pero también de los contados que saben cuál es su responsabilidad dentro del salón de clases y frente a los maestros. El quehacer docente amerita una libertad de actuar y de expresarse, como lo dice la ponencia, pero es una libertad limitada en cuanto a obedecer ciegamente, como lo llaman los compañeros, a las rutas o portafolios didácticos, sin ni siquiera dejar que aportemos un toque personal o modifiquemos tiempos y actividades. Esta es la primera traba que le colocan a los docentes para recuperar aquella curiosidad innata en los alumnos; hoy las tecnologías de la comunicación, aunque son unas herramientas poderosas en la enseñanza y en el aprendizaje, también lo han hecho fácil, los alumnos pulsan un botón y la información surge, la curiosidad de abrir un libro con asombro y leerlo ha desaparecido.
La docencia es una vivencia que a través de la experiencia se va degustando y perfeccionando, poniéndole tintes variados a cada sesión. Cuando inicie a trabajar en el CBT experimenté la libertad de actuar con técnicas, expresar con imágenes un conocimiento y sobre todo aprender de la individualidad de cada estudiante.
En la lectura de esta ponencia percibí como paso a paso un docente se va desarrollando desde ser un novato hasta que los años y la experiencia nos hacen profesionistas; pero esto no es todo, también está la parte de la preparación continua y es cuando estudie la Maestría en Ciencias de la Educación que me di cuenta de todas las carencias didácticas y de actuar que tenía como docente.
La comunicación, otro punto importante que aborda la ponencia, elemento indispensable para cautivar a los alumnos ya sea con la comunicación visual cuando ellos nos ven entrar a su espacio con una actitud segura y firme de que llevamos un cúmulo de actividades para portarles el conocimiento es entonces cuando su actitud cambia en la incertidumbre de saber qué es lo que hoy van a aprender, o la comunicación verbal, en nuestra boca, en nuestra mente, porque sabemos que los alumnos del nivel Medio Superior son receptores e imitadores del lenguaje debemos articular el conocimiento con conceptos que ellos entiendan y los introduzcan en su lenguaje cotidiano y nosotros como docentes no adoptar sus modismos para serles agradables.
El valor de ser docente, radica en crearnos e inventarnos a nosotros mismos cada día, no repetir de grupo en grupo el mismo discurso, sino entrar innovando las actividades según las características que se nos presentan. La aventura de ser maestro es la esencia de traerlo en el corazón y en la acción y tener la aventura junto con los alumnos y al otro día escribir una nueva historia.
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